Entre dar una segunda oportunidad
y cometer un mismo error hay un pequeño paso, a veces, al dar una segunda
oportunidad a algo o alguien cometes un error del pasado. Es difícil
distinguirlos, creo que la diferencia se encuentra en las consecuencias, es
decir, cuando llega la hora de tomar una decisión y decides dar una segunda oportunidad
a alguien aun no sabes lo que pasará, si todo sale bien, le distes una segunda
oportunidad y supo aprovecharla, porque queramos o no, la vida está llena de
primeras, segundas e incluso terceras oportunidades, y hay que saber cuándo
aprovecharlas y cuando hay que dejarlas pasar, pero a lo que iba, en cambio si
la cosa sale mal, decimos que hemos cometido un error, un error en cierto modo
inevitable, ya que (creo) nadie sabe leer el futuro, ni saber que pasará, por lo
que a la hora de tomar decisiones hay que arriesgarse, aquella persona cobarde
que no sea capaz de tomar grandes decisiones nunca vivirá con total intensidad
la vida, se esconde tras el miedo de fracasar, y eso le lleva a esconderse de la
victoria, porque, en mi opinión, las cosas verdaderamente valiosas que llegan a
nuestra vida, son el final de un gran camino de errores y decisiones que en
aquel momento pensamos que son malas, pero solamente son buenas decisiones que
hacen efecto a largo plazo, es decir, que en aquel momento no lo parecen, pero
en un tiempo, cuando mires al pasado, te alegrarás de haber tomado aquellas
decisiones.
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