Believe

Mirando al horizonte, quizás hallemos nuestro norte.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Buenas decisiones.


Entre dar una segunda oportunidad y cometer un mismo error hay un pequeño paso, a veces, al dar una segunda oportunidad a algo o alguien cometes un error del pasado. Es difícil distinguirlos, creo que la diferencia se encuentra en las consecuencias, es decir, cuando llega la hora de tomar una decisión y decides dar una segunda oportunidad a alguien aun no sabes lo que pasará, si todo sale bien, le distes una segunda oportunidad y supo aprovecharla, porque queramos o no, la vida está llena de primeras, segundas e incluso terceras oportunidades, y hay que saber cuándo aprovecharlas y cuando hay que dejarlas pasar, pero a lo que iba, en cambio si la cosa sale mal, decimos que hemos cometido un error, un error en cierto modo inevitable, ya que (creo) nadie sabe leer el futuro, ni saber que pasará, por lo que a la hora de tomar decisiones hay que arriesgarse, aquella persona cobarde que no sea capaz de tomar grandes decisiones nunca vivirá con total intensidad la vida, se esconde tras el miedo de fracasar, y eso le lleva a esconderse de la victoria, porque, en mi opinión, las cosas verdaderamente valiosas que llegan a nuestra vida, son el final de un gran camino de errores y decisiones que en aquel momento pensamos que son malas, pero solamente son buenas decisiones que hacen efecto a largo plazo, es decir, que en aquel momento no lo parecen, pero en un tiempo, cuando mires al pasado, te alegrarás de haber tomado aquellas decisiones.



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